En primer lugar, la asistencia a clase en la enseñanza básica es obligatoria y, por tanto, poco importa cuál sea nuestra opinión, la Consejería de Educación tiene que garantizar el cumplimiento de los derechos de mi hija defendiéndola incluso de sus propios progenitores. No entiendo que la Consejería nos pregunte si nuestra hija va a ir de forma voluntaria, lo que tiene que decirnos la Consejería es en qué momento se prevé la normal reincorporación del alumnado para el cumplimiento de su derecho y de su obligación, y lo único que nos interesa es la fecha. Si es el 25 de mayo, pues el 25 de mayo nuestra hija acudirá al centro puesto que la Consejería nos está diciendo que se dan las condiciones. Y entiendo que esta situación tiene que cumplirse para todo el alumnado, no sólo para unos pocos cursos.
En segundo lugar, nos preocupa la salud de nuestra hija, y no podemos entender que la Consejería nos diga que ya, si eso, nos dirá cuáles son los protocolos que se van a aplicar. Es justo al revés, la Consejería nos tiene que informar de qué medidas se están tomando para garantizar que nuestra hija va a ver protegido su derecho a la salud, dado que estamos en una situación de confinamiento y en estado de alarma en todo el territorio español. La mínima responsabilidad como padres nos lleva a exigir conocer las condiciones en que se van a garantizar ambos derechos para nuestra hija. Y la mínima responsabilidad por parte de la Consejería le tiene que llevar a informar a las familias antes de tener que tomar una decisión, no después.
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En tercer lugar, dado que se plantea la posibilidad de que no sea obligatoria la asistencia, tampoco se nos informa de qué medidas se van a adoptar con el alumnado que no acuda a clase de forma presencial. ¿Va a seguir pudiendo trabajar desde casa? ¿Van sus profesores y profesoras a seguir haciendo las videoconferencias? ¿Van a seguir evaluando su trabajo? O, por el contrario, si decide no ir, ¿va a estar ya de vacaciones? Las modificaciones a la programación que hemos ido recibiendo hacen referencia a la enseñanza no presencial, entonces ¿cómo se van a decidir sus calificaciones en uno y otro caso? ¿Va a haber un doble sistema de calificación?
Se nos plantean más dudas. Por ejemplo, ¿qué pasa si decimos que no va a ir pero, cuando conozcamos las condiciones y protocolos que se van a aplicar, decidimos que sí queremos que vaya? A este respecto, recuerdo que nuestra hija tiene derecho a la asistencia a clase, y puede ejercerla en cualquier momento. En sentido contrario, ¿qué pasa si decimos que va a ir y luego, conocidos los protocolos, decidimos que no vaya porque no consideramos que se garantiza suficientemente su derecho a la salud? ¿Va a ser considerada alumna absentista? ¿Y quién va a asumir las responsabilidades en caso de que ocurra algún caso de contagio en el aula? ¿El centro? ¿El profesor/tutor? ¿La familia? ¿La Consejería?
Con esta situación, ¿cómo quiere la Consejería de Educación que podamos tomar una decisión? A nuestra hija le están enseñando en el Instituto que para tomar una decisión previamente hay que tener información. Y es justo lo contrario de lo que se nos pide. La Consejería de Educación tiene que tomar decisiones y dejar de escudarse en el miedo de las familias para justificar su inacción. Lamentable. Otra vez.
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Muy agudo
ResponderEliminarmuy razonable el comentario y deplorable la actuación de la consejeria de educación, la salud es lo primero y sin test ni sistemas de desinfección en los colegios el riesgo es muy muy grande, no se debería someter de ningún modo a profesores y alunnos a semejante riesgo.
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